Carretera Austral en Bicicleta (Chile)

Tramo Chaitén – Villa Cerro Castillo (538 kilómetros)
28 enero – 18 febrero, 2009

Este relato lo comencé a escribir el 17 de febrero de 2010, estando en Cobquecura, en la costa de la región del Bío-Bío, lugar del epicentro del terremoto 8,8 grados de magnitud que nueve días después sacudió a Chile.

La Carretera Austral es una ruta que se inicia en Puerto Montt, 1000 kms al sur de Santiago, la capital chilena.

por Mauricio Acuña.

Fotografías: Alejandra Oyarzún y Mauricio Acuña.

Esta travesía se inició el 27 de enero de 2009, cuando mi prima Alejandra y yo iniciamos viaje a Puerto Montt en bus desde Santiago. Las bicis las embarcamos días antes por servicio de encomiendas, puesto que no siempre hay espacio en el portaequipajes de los buses para transportarlas (Tur Bus Cargo, el mejor precio. Chile Express por ningún motivo, demasiado caro: Tur Bus no más de $5.ooo versus Chile Express poco más de $50.000, sin ninguna diferencia en el servicio).

Viajamos en la noche y en la mañana estábamos ya en Puerto Montt. Fuimos a buscar las bicis, las armamos e hicimos tiempo para llegar al embarcadero del ferry que nos llevaría hasta Chaitén.

La barcaza salió a las 18:30 horas hacia Chaitén, hizo una escala en Aycara a eso de las 04:30 horas. Fue un trayecto nocturno, un poco incómodo porque la embarcación no tenía butacas para dormir, también sentimos un poco de frío. Era parte de la aventura. Ahí conocimos a Sergio Lamas, un profesor santiaguino que decidió dejar la capital e irse a vivir a la Villa Santa Lucía, un poblado de la ruta austral, que está en la bifurcación que da a la comuna de Futaleufú. Con Sergio nos encontraríamos más adelante en la travesía.

Cerca de las 07:00 horas comenzamos a divisar el desolado Chaitén (Ver fotografía). A lo lejos vimos casas semi sumergidas un par de cuadras mar adentro. Eran los vestigios de lo que sucedió en mayo de 2008, la erupción del volcán se llevó la mitad de ciudad y la convirtió en un pueblo fantasma.

Aquel embarcadero, que solía estar repleto de personas expectantes por el arribo de turistas, ahora no era más que una estructura vigilada por un par de carabineros haciendo un registro de las personas que llegaban.

Hicimos el trámite y enfilamos hacia la ciudad, o lo que quedaba de ella. Yo estaba impaciente, había estado dos veces en Chaitén, en febrero de 2002 y en febrero de 2007. El tiempo se detuvo, los automóviles tapados con ceniza quedaron abiertos, en las casas las mesas estaban puestas, como si las personas hubiesen escapado con lo puesto. Y así fue.

Unos perros y gallinas caminaban por las anchas calles de Chaitén. Vimos a algunos turistas curiosos, incluso un equipo europeo de televisión hacia un reportaje sobre lo que allí había ocurrido.

Nos encontramos con Nicolás, un canadiense que vive en Chaitén desde hace 10 años. Él es uno de los que se resiste a dejar la ciudad. Otros como él permanecen en sus casas, a pesar de las advertencias de las autoridades.

La ciudad está cubierta por la ceniza del volcán parece nieve (Ver fotografía). Me traslado hacia otro punto, donde el río la partió en dos. Es la zona más afectada. Hay casas volcadas, a medio sumergir. El agua del río es blanca, producto de la ceniza.

Hay algunos comercios abiertos. Llegamos a la casa de la señora Roselia, justo en la salida de la ciudad. Decidimos pasar allí y tomar desayuno.

Luego empezamos a pedalear hacia el sur. Un buen camino, pavimentado y una berma ancha, aunque tapada con las cenizas del volcán. Fue un tramo suave, un poco de llovizna en el camino, luego se despejó. Llegamos al cruce que da a las Termas El Amarillo, un imperdible de esta zona. La subida si es pesada, camino de tierra y una pendiente fuerte. Por la tarde llegamos a las termas, bien equipadas, con camping y todo. Nos quedamos ahí esa noche, la que estuvo muy fría.

Bitácora: Chaitén Viernes 30 de enero de 2009.

A las 07:30 AM hemos llegado a la devastada Chaitén. Ya no es como antes, sólo nos esperan un par de carabineros y somos los únicos turistas que venimos en la barcaza. Nuestro primer recorrido en bicicleta por Chaitén nos permite ver el desastre que allí ocurrió. El suelo sigue cubierto de cenizas, que cubre algunas casas completamente. El sector más afectado es el del Río Blanco, cúmulos de cenizas mezclados con el agua dan un color especial al agua que fluye desde las altas cumbres circundantes. La devastación es completa, hay postes en el suelo en algunos sectores. Nada que hacer, el Gobierno anunció ayer que Chaitén no será reconstruida en el mismo lugar. El tema me interesa y decido hacer un despacho para Radio Universidad de Santiago (94.5 FM) desde la denominada “zona cero”. Tenemos un dato, un lugar donde sirven comidas y desayuno: “La Roca”. Es de lo poco que queda en Chaitén. Nos atiende la Sra. Roselia Nahuelcar, quien se resiste a dejar a los 41 años que ha vivido allí. La entrevisté y me graban desde Santiago. Tomamos un rico desayuno. Dejamos atrás Chaitén, nos despedimos cálidamente de la Sra. Roselia.
Iniciamos la pedaleada por la Carretera Austral, el sector amable, pavimentado y sin cuestas). Nos sorprende un chubasco en el camino, es breve. Debemos llegar a El Amarillo (Termas). Ya había estado aquí, en 2002, pero no recordé las cuestas que había antes de llegar, ¡malditas!. Con las bicis en las manos, empujando, llegamos a duras penas. El lugar es bellísimo, las aguas calientes espectaculares. Hace frío, son las 21:40 horas, tomo café y como un trozo de küchen.

Tramo recorrido: 30 kms.

Por la mañana enfilamos hacia el ventisquero Yelcho. El camino del todo bueno, terminó el pavimento, pero la huella estaba muy buena para bicicletas. Legamos a Puerto Cárdenas, un paisaje muy bonito. El lago Yelcho apareció en gloria y majestad, lo mismo los glaciares en las montañas.

Avanzamos y llegamos al camping Ventisquero Yelcho, que está a un costado del . Muy bueno, aunque básico. Nada mal para pasar una noche. Acampamos y cenamos.

Bitácora: Ventisquero Yelcho, Sábado 31 de enero de 2009.

Tratamos de levantarnos temprano, pero no pudimos. Pasamos frío en la noche. Amanece un lindo día e iniciamos el trayecto hacia el sur. Nos sacamos unas fotos con el volcán Michimahuida de fondo (ver imagen) y las emprendemos por la ruta aún pavimentada. Se inicia el ripio y llegamos a Puerto Cárdenas, con el imponente Lago Yelcho como telón de fondo. Unas vistas muy bonitas, el paisaje es sobrecogedor. Las montañas están cubiertas de glaciares. Seguimos pedaleando y llegamos a un camping muy bonito, a orillas del lago. Nos detenemos, compramos agua y avanzamos 7 kms. más, hasta llegar al camping Ventisquero Yelcho. Armamos la carpa y nos instalamos. Comemos en un pequeño café y compartimos con los encargados. Héctor, el dueño del camping, es de Chaitén. Nos muestra a su perrita, Esperanza, rescatada tras la erupción del volcán. De noche comimos pastas con atún. Hizo menos frío que la noche anterior.

Tramo recorrido: 41,7 kms. en 2 horas, 10 minutos y 30 segundos de pedaleo efectivo.

Al día siguiente vino “lo bueno”. Empezaron las subidas. Desde el camping viene una cuesta eterna. Ese día fue pesado, con todo llegamos hasta la Villa Santa Lucía. Antes de llegar a ésta hay una bajada muy fuerte, ¡no tentarse! , el camino es irregular y es fácil quedar sin dientes si ocurriese alguna caída accidental.

Bitácora: Villa Santa Lucía, 01 de febrero de 2009.

Otra vez salimos muy tarde. Yo comencé a pedalear a las 12:20 hrs. La que parecía una jornada fácil se transformó en la peor. A poco minutos de iniciar el tramo nos encontramos con la Cuesta Moraga (10 kms). Sufrimos toda la cuesta, fue interminable. Además hizo calor. Había mucha piedra suelta en varios tramos, las bicicletas patinaron mucho. Fue una jornada sufrida, pero como todo lo que sube tiene que bajar, el descenso fue una delicia. En poco rato llegamos a Villa Santa Lucía.
Rápidamente ubicamos al profesor Sergio Lamas, un santiaguino que se aburrió y se vino a vivir a Villa Santa Lucía con su señora, Ana. A él lo conocimos en la barcaza. Nos invita a tomar onces y nos dice que podemos alojarnos en la sede de la Junta de Vecinos que se ubica en la plaza). Así lo hacemos. Cocina la Ale risoto. Comemos plátanos y yogurt.

Tramo recorrido: 18,6 kms en 2 horas 06 minutos y 18 segundos de pedaleo efectivo.

Esa noche llovió. Afortunadamente el profesor Sergio Lamas nos ofreció un techo. Si bien teníamos una buena carpa, mejor no mojarla.

Bitácora: Villa Vanguardia, 02 de febrero de 2009.

Amaneció lloviendo, despertamos temprano pero hace mucho frío. El día está muy nublado. Decidimos esperar a que deje de llover para decidir si salimos o no. Deja de llover a eso de las 09:00 horas y empezamos a arreglar las bicicletas con nuestros bultos. Comenzamos a pedalear y dejamos atrás Villa Santa Lucía. Comí dos plátanos y eso me hizo muy bien para el pedaleo. (Faltó potasio el día anterior, sentí muy pesada la bici). El camino fue un poco mejor, pero a momentos muchos hoyos y piedras sueltas, también calamina. La carga de la bicicleta se me soltó y tuve que amarrarla nuevamente. Avanzamos lento pero seguro, hace frío y está que llueve. La Ale está lastimada de su rodilla y le duele al pedalear. Eso me preocupa. Llegamos Villa Vanguardia, un grupo de 8 casas (muy pintoresco). Pasamos de largo (un letrero dice Sleeping). A un kilómetro de allí la Ale para y dice que en Villa Vanguardia hay hospedaje, le duele la rodilla. Decidimos devolvernos y quedarnos ahí. Estamos en una cabaña muy bonita, súper acogedora. El lugar tiene una paz única, sólo se oye silencio. Está rodeado de montañas y bosques. Precioso. Mañana debemos llegar a La Junta.

Tramo recorrido: 30 kms.

Algo que no apunté en la bitácora es la particular negociación que llevamos con la dueña de la cabaña. Cobraba $25.000 por noche. Después de hacer un regateo y conversar con ella, finalmente acordamos $5.000 por persona.

Bitácora: La Junta, 03 de febrero de 2009.

Iniciamos el trayecto con un día despejado. Incluso hizo calor en ocasiones. El camino sigue malo, sin huella y con muchas piedras sueltas. Antes de partir se me ocurrió revisar los pernos que sostienen la parrilla y uno se rodó y cortó. Afortunadamente con el alicate puede sacar el restante que quedó puesto. Pude solucionar el problema.
Fue una etapa pesada, varias cuestas, a ratos sol, a ratos frío. Llegamos a La Junta, a la Copec (estación se servicio), donde hay un supermercado. Nos alojamos en la residencial Valderas.

Tramo recorrido: 27 kms.

La Junta es un pueblo pequeño pero bien equipado. Incluso hay aeródromo. La residencial muy buena. Pocos lugares si para comer. A un par de cuadras de la residencial había una tienda de camping, donde compramos otro saco de dormir para la Ale. Hay Internet y teléfono. No recuerdo bien, pero al parecer había un cajero automático en el supermercado.

Bitácora: Camping Parque Nacional Queulat (12 kms al norte de Puyuhuapi) 04 de febrero de 2009.

Salimos de La Junta con retraso. Nos informan que la ruta está cortada hasta las 14:00 horas debido a que estaban usando dinamita para ensanchar una parte del camino, así que decidimos ir a almorzar (En un café, todo muy rico). Nos vamos al sector del corte de ruta a las 13:30 horas y ahí nos encontramos con un ciclista italiano –Gianluca Ferrari- un tipo muy simpático y excelente conversador. Se transforma en nuestro compañero de viaje. En el paso también con un ciclista español. El clima está bueno.

Esa noche en el camping llovió y harto. La carpa se mojó, pero no se pasó.

Bitácora: Camping Ventisquero Colgante Parque Nacional Queulat, 05 de febrero de 2009.

Llovió gran parte de la noche. En la mañana se calma, armamos las cosas y partimos rumbo a Puyuhuapi. Llegamos al pueblo, bastante sencillo. Luego de 12 kms de pedaleo pasamos a una panadería, comemos empanadas de manzana y café. Compramos pan. Seguimos al sur, nos atrapa una llovizna muy fina –bastante mojadora-. Está muy nublado y hace frío (Ver fotografía) . Llegamos al Parque Nacional Queulat (Sector Ventisquero Colgante). Acampamos y nos encontramos con Gianluca, que acampa en el sitio de al lado.

Este sector del Parque Nacional Queulat es muy bonito y bien vale la pena quedarse un día más para realizar excursiones. Estos camping de Conaf tienen baños y duchas, en algunos agua caliente.

Bitácora: Carretera Austral, pasado el portezuelo del Queulat. 06 de febrero de 2009. (Ver fotografía)

Hoy nos levantamos muy tarde, 10:30 AM. Sería el día más pesado (se venía la cuesta del Queulat) un caracol interminable pero que nos regaló paisajes maravillosos. El clima nos favorece, aunque se pone un poco frío durante la tarde. Acampamos a una orilla del camino. Está frío.

El día 7 de febrero amaneció despejado sin demasiado frío. Pese a acampar en un lugar no habilitado no tuvimos problemas de agua, es que escurre por todo lados. Conviene hervirla en todo caso si es para tomar.
Fue un día largo, con el camino en pésimas condiciones en varios tramos. Hay obras de pavimentación en la ruta. Muchas máquinas, camiones y trabajadores.

Este día fue fatal para mi bicicleta. Se rompió una pieza de la dirección. Imposible llevarla. Así que opte por lo más sano, cruzar un trozo de fierro por la horquilla para fijar el manubrio y poder continuar. Todo mal.

A duras penas llegué a Villa Amengual, con la bici a un costado. Gianluca se devolvió para ver si podía arreglarla. La Ale se había adelantado para encontrar hospedaje. Pensé que era el final porque la pana de la bici se veía fea y no había taller de bicicletas en el pueblito.


Al día siguiente (08 de febrero) con la Ale decidimos que ella se iba pedaleando sola hasta Mañihuales y yo tomaba un bus o algo. Mala idea, era domingo y nada. No había buses ni a Mañihuales o Coyhaique. Intenté reparar la bici por mi cuenta y apreté una pieza que no había visto antes. Entonces vino el milagro, el manubrio se fijó completamente, ya tenía control de la dirección. Además venía camino pavimentado. Excelente. Pude seguir. Todo bien hasta que me encontré con un tramo que estaba sin pavimentar, 12 kms infernales, del demonio. Quise dejar la bici botada y seguir a pie. Horrible. Lo peor del viaje.

Luego hubo pavimento. Muy buen estado del camino. Una recta impresionante antes de llegar a Mañihuales. Realmente bonito. Llegamos a Mañihuales, había una fiesta costumbrista, mucha gente en las calles.

Había supermercado y cajero automático. Decidimos avanzar unos 5 kms hasta un puente colgante, donde encontramos un muy buen lugar para acampar. Pasamos ahí la noche.

Al día siguiente (09 de febrero) está nublado. Es el último trayecto antes de llegar a Coyhaique. Fue un tramo largo. Nos encontró un aguacero en el camino que nos dejó bastante mojados. Logramos llegar hasta la bifurcación que va hacia Puerto Aysén y todavía llueve.

El siguiente tramo, hasta Coyhaique, se hizo muy largo. Dejó de llover. Se despejó y pronto llegamos hasta el mirador que da una vista panorámica espectacular de la ciudad de Coyhaique.

Desde ese lugar comienzan unas cuestas bien empinadas, también fuertes bajadas. Eran cerca de las 16:00 horas y se levantó un viento del demonio. Pocos kilómetros antes de llegar a la ciudad la ventolera se hizo insoportable, el polvo y piedrecillas golpeaban fuerte.

Estábamos a un paso de llegar. Ya en la zona urbana hicimos un breve recorrido y enfilamos hacia la calle Almirante Simpson, donde hay talleres de bicicletas y hospedajes. Nos quedamos finalmente en una cabaña, atendida por una señora muy amable. Para nosotros es un verdadero hotel 5 estrellas.

El 10 de febrero fue día de descanso. Mandamos a lavar nuestra ropa y salimos a recorrer. También a comer, asado patagónico ¡espectacular! Aprovechamos de ir a Internet y a subir nuestras primeras fotografías. Por supuesto llevé mi bicicleta a reparar, estaría lista al día siguiente. Eso nos obligó a quedarnos un día más.

El 11 de febrero enfilamos hacia el sur. El destino Villa Cerro Castillo. El trayecto es muy bonito, subidas y bajadas en medio de la pampa. Pasamos por la bifucarción de la ruta que va hacia Balmaceda y la otra hacia el sur (Ver fotografía).

Avanzamos unos 50 kms. Se levanta viento y el pedaleo se hace pesado. Decidimos buscar un lugar para acampar: ¡donde sea! Preguntamos en una casa y nos prestan su “patio”, que en realidad era como una parcela, gigante. Ahí pasamos la noche, con un viento de mierda que movió la carpa toda la noche.

El 12 de febrero seguimos hacia el sur. Un día climáticamente raro, sol, nublado, viento, llovizna, etc. Pasamos por el cruce de Puerto Ibáñez. Hubo partes pesadas. Ese tramo es una gran subida, que termina en el portezuelo Río Ibáñez y luego viene una gran bajada en forma de caracol que llega hasta Villa Cerro Castillo (Ver fotografía).

Llegamos a la villa y rápidamente encontramos dónde quedarnos. Un camping que queda casi al final de todo, cerca de una escuela.

Al día siguiente, el 13 de febrero, decidimos salir hacia nuestro destino final, Puerto Tranquilo, pero el viento fue más fuerte (ver video aquí)



Bitácora: Viernes 13 de febrero, Villa Cerro Castillo (Restaurant La Querencia).

Han pasado varios días. El viento sopla fuerte, como es la Patagonia, Desde el portezuelo del Queulat hemos pasado por Villa Amengual (7 de febrero), Mañihuales (8 de febrero, y llegamos a Coyhaique el 09 de febrero. A mi bici se le rompió la dirección así que fue reparada en Coyhaique, cuidad grande; hicimos varias cosas. Comer rico, incluido asado patagónico.
Definitivamente pienso cambiar la bici por una moto. Te lleva más lejos en menos tiempo. La bici quedará sólo para la actividad física. Fin de semana.
Ha sido muy bueno conocer a Gianluca, hemos aprendido mucho de él, un viajero (ciclista) experimentado.
El viento no para en Villa Cerro Castillo, ha detenido abruptamente el pedalear, como si la Patagonia nos quisiera decir “hasta aquí no más”. Le hacemos caso.

Dejamos las bicicletas en Villa Cerro Castillo y nos vamos por un día y una noche a Puerto Tranquilo, que es uno de los lugares más bonitos de la Carretera Austral. Un villorrio en la costa del Lago General Carrera, y que tiene como gran atractivo las Capillas de Mármol, unas formaciones rocosas en medio del agua color turquesa (Ver fotografía).
Quedan pocos días para el regreso a Santiago, que es el 18 de febrero. Yo decido volver a Coyhaique en minibus, la Ale quiere regresar en bici. Nos separamos y el 18 nos encontramos en el aeropuerto de Balmaceda.



Fin del viaje. Llegamos a Santiago bien, cargados de bonitas historias y recuerdos.

Mapa del viaje

Detalle de costos en pesos chilenos (por persona)

Item	Mauricio	Alejandra
Pasaje Tur Bus Santiago – Pto. Montt	21000	21000
Bicicleta Tur Bus Cargo Santiago – Pto. Montt	5000	4500
Barcaza Puerto Montt - Chaiten incluye cargo bicicleta	25300	25300
Desayuno Chaiten	1500	1500
Camping El Amarillo + termas	5250	5250
Camping Ventisquero Yelcho	4000	4000
Ensalada y sandwich (camping ventisquero yelcho)	4500	4500
Villa Santa Lucía	1500	1500
Villa Vanguardia (Cabaña)	5000	5000
La Junta (Hospedaje)	8000	8000
La Junta Sandwichs	2500	2300
La Junta Almuerzo	5000	5000
Camping 1 PN Queulat	1500	1500
Compra Víveres Puyuhuapi	2150	2150
Panadería Puyuhaupi (desayuno)	2450	2450
Camping Ventisquero Colgante Queulat	1500	1500
Hospedaje Villa Amengual	8000	8000
Víveres Villa Mañihuales	1500	1500
Hospedaje Coyhaique 2 dias	16000	16000
Laundry Coyhaique	1500	1500
Almuerzo Coyhaique (Café Oriente)	5000	5000
Cena Coyhaique (con Gianlucca)	7000	7000
Supermercado Coyhaique	9500	9500
Villa Cerro Castillo lunch 1 (café bus tia sole)	3000	3000
Villa Cerro Castillo lunch 2 (café bus tia sole)	3000	3000
Camping Villa Cerro Castillo 3 dias	7500	7500
Camping Puerto Tranquilo	2500	2500
Tour Capillas de Marmol	4000	4000
Transfer Cerro Castillo - Pto Tranquilo - Cerro Castillo	8000	8000
Vuelo Sky Balmaceda SCL	28000	28000
	0	0
Cargo sobrequipaje Sky Airlines (bicicletas)	24000	24000
Transfer Aeropuerto - Santiago	7000	7000
Total	231650	259950